hay que sentirlo, tirarse como en una alfombra rugosa. Y aguantar sin moverse, esperando que todo pase o que se haga de noche o que se olvide de nosotros y nos deje ir.
no sé cómo lo hacen, pero aquí leen la mente, saben de ti lo que ignoras. Después de esto no vale de nada volver a la iglesia o repetir 500 veces que uno no es lo que no quiere ser.
por eso te ponen una advertencia, porque no hay vuelta atrás.