lunes, 15 de diciembre de 2008

agua inmunda

Me impresiona la afición de la mujer mexicana por tirarse al drama. Y digo tirarse porque creo que eso es justamente lo que hacemos, nos tiramos al sufrimiento como se tira el cubetazo de agua puerca a la banqueta cuando está por cerrar la fonda, se nos olvida que es esta misma agua inmunda, es la que nos moja los dedos de los pies cuando decidimos ponernos zapato abierto.

Pareciera que cuando una ya no tiene por qué llorar la vida se tambalea o de alguna manera se acaba. Pareciera que la razón de nuestro existir es la regurgitación de penas y que el valor de una está determinado por la intensidad del dolor que ha sobrellevado. Las mujeres mexicanas que admiramos, son mujeres que soportan una inmensa y aplastante cruz. Las mujeres mexicanas que admiramos "sacan adelante" a sus hijos sin ayuda de nadie, aguantan las infidelidades del marido sin rechistar, trabajan como burros, algunas mucho más que cualquier otro miembro de la familia. Lo que me impresiona es que parece que no hay forma de burlar este destino cruel. Un mujerón asume, acepta y luego se queja. Se confiesa o llora desamparadamente sin hacer nada sustancial que implique un cambio en su estructura. Nada. Valemos por lo que hemos llorado, y mientras más fea se ponga la cosa, más valdremos.

Pareciera que la mujer mexicana se enorgullece de su miseria.

viernes, 22 de agosto de 2008

es mi fiesta y yo lloro si quiero...

yo no sé mucho de nada, ya lo dije en la primera edición de este blog.
blog que pasó a mejor vida por causa de un estúpido momento de selfconshusssnes, del cual ahora me arrepiento y cuestiono pues siento el desapego como una problemática central en mi vida.
así que no hay que esperar mucho.
este es un espacio para el llanto esporádico y la iluminación.