martes, 16 de marzo de 2010

tips de belleza

estoy aprendiendo a posponerme, a verme al espejo y decir: "ay ¿sabes qué...? y luego no decir nada.

se siente bien, relaja.

y es que la naturaleza obsesiva no paga, le hace mal al cutis, al ritmo cardiaco, y jode el manicure.

entonces yo me digo a mi misma: "ay ¿sabes qué...?" y se me aliviana el cuerpo, como en la arena.

y me la paso mejor.