lunes, 20 de diciembre de 2010

Sí, estoy segura que el broncolín no pone.

Hace años que no estaba en cama, digo así tosiendo, tirada un lunes a la una de la tarde con el broncolín de un lado, el febrax, el jugo de toronja y sin hacer nada ("de provecho" diría mi superyo).

Me gusta que la enfermedad (cof, cof) que me inhabilita laboralmente, que me saca de las calles frías llenas de pulmonía, me libera siempre de maneras insospechadas.

¿Qué hacer con esa masa hermosa e intangible llamada "tiempo libre"?

Cualquier día de sofoco laboral hubiera contestado mencionando alguna novela pendiente, todavía con el plástico de la librería, o alguna peli de Bela Tarr, siempre trabajosa de conseguir (y de ver, por qué no decirlo) o la serie de artículos bookmarkeados en la categoría de "luego los leo".

Pues no:

lunes, 13 de diciembre de 2010

une femme marriée



brindo porque es bonito encapsular el erotismo en sí mismo, también porque el amor existe sólo en otro mundo y porque godard...

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Villancicos de Elevador

Qué abismo la navidad oficinista. Qué sordera. Qué cruda se le deja ir a la secretaria, que al día siguiente la mano le tiembla demasiado como para picarle al Escape y salirse de ahí corriendo a que los tacos más cercanos le quiten la náusea. Qué locura regalarle al extraño, al que te roba el espacio para el coche todos los días, al del codazo. ¿Qué pasa, por Dios, con esa canción que repite hasta la extirpación de los ojos: -panamericano, panamericano-? Qué hoyo negro el smalltalk diabético, el administrativo y el neteo cubocampechano. Qué infierno añadir a la luz neón de las caballerizas, las luces rítmicas del árbol blanco y enano. Y la mirada rivotrilada de San José.

jueves, 2 de diciembre de 2010

domingo, 28 de noviembre de 2010

quiero más west side story

(favor de cantar esta entrada)

no entiendo por qué, pudiendo haber decidido interactuar con melodías poperas sonando de score, hemos elegido el aburrimiento. el silencio o el ruido, antes que hacer memorable una entrada chasqueando los dedos. yo quiero expresarme con mi cuerpo, con ritmos triunfantes que boomboxeados, le ayuden a al prójimo a entender por dónde vengo; una banda sonora orquestada, plagada de sensiblería, que prevenga y determine.

decírtelo bailando, haciéndome una máscara con los dedos y luego pegando brincos como si el suelo ardiera. Te lo voy a decir meneando la cadera.

lunes, 15 de noviembre de 2010

huatulco





me voy, por fin (me fui).

después de semanas de masticar estrés como tabaco, 
fumar tabaco como mota, y desear fumar mota como hábito.


me voy, me fui, quizá sólo (bite me RAE)  para darme cuenta de nuevo que también me estresa relajarme.


besos hasta y desde el bikini.

viernes, 5 de noviembre de 2010

mis reflexiones, tomo primero

nada más quiero decir, en referencia a mi entrada anterior, que aunque abrazo a la tecnología, la trato de y si se deja le pico el ombligo, nada nunca será tan sorprendente a mis ojos como la evidencia de la trampa cinematográfica.

con esto no digo que la estirada que le ponen las postproducciones modernérrimas a la realidad me parezca poca cosa o que no tenga su valor. lo tiene. mi problema es que además de creer que nos ha sumergido en una epidemia ganosa de ver las cosas en lugar de deducirlas, nos construye un engaño a la perfección. De nuevo, todo bien con el engaño, la parte pinche es la de la perfección, la que deja fuera a la conciencia de la ilusión para plantearse como realidad total.

un personaje desaparece mágicamente, un personaje aparece dos veces en el mismo plano, un personaje cambia de espacio por corte, lo que se escucha no corresponde con lo que se ve, en fin, un gran etcétera. la maravilla de la simpleza de los trucos clásicos del cine como estos, es que los vuelve imágenes imposibles y que le regala al espectador esta certeza. uno sabe que está siendo engañado. uno sabe que esta siendo engañado y esto es lo fascinante.

para mí en el cine tiene que haber este acuerdo. el acuerdo del engaño.

lunes, 18 de octubre de 2010

san sal de uvas:

san sal de uvas:
te agradezco por alivianar mis tardes, por estar a mi lado todos estos años de los que, buenamente sacaré la gota. ampárame del inmerecido estrés laboral, yo gustosa hubiera manejado una suv en mi natal san luis potosí. líbrame de amistades soberbias y de pesados que hagan mis entrañas revolver. bendíceme, oh burbujeante salvador.

bicarbonato de sodio.

amén.

the ready



me volví loca el día que conocí esta canción.

eso.

qué alguien haga algo con estas niñas por dios.

viernes, 15 de octubre de 2010

martes, 5 de octubre de 2010

lunes, 27 de septiembre de 2010

3


no sólo las desgracias vienen en paquetes de tres unidades. las chambas, las borracheras, los amigos panzones, los pleitos en un día, la cantidad de altos que se pueden pasar de una, las horas que se puede dejar de comer, las amigas rubias, los gigas libres en la computadora, los días de vacaciones, las plantas que han pasado por esa maceta sin sobrevivir, los miles de pesos de deducible, los intentos necesarios para salir victorioso, las llamadas a la familia lejana, los celulares que se nos han muerto en el wc, las quesadillas para tapar aunque sea una muela, las ganas que dan de llorar en el dentista, las veces que hay que intimar para poderle decir "the one".


el contenido neto de la vida pareciera querer decirnos algo con desesperación.


por otro lado, quizás y muy probablemente la vida no sea otra cosa que un costco.

jueves, 9 de septiembre de 2010

el 16%

la guerra con mi contador se ha puesto peor. ahora que la violencia sale tan barata, la idea de pagar a alguno que vaya a vandalizarle algo, no sé, el coche, la vida, se me ha pasado por la cabeza. también se me pasa convertir los últimos incidentes, una vez más, en un asunto representativo de otro: no sé, de pronto siento nuestra relación como una especie de ejercicio actoral, unas prácticas profesionales de desdén y dignidad mariafelixiana.

la cosa es que le escribo mails y le grito por teléfono, digo frases tan deplorables como: "¿o qué? te tengo yo que decir cómo hacer tu trabajo?" o "no siento que el servicio que me das esté en línea con lo que estoy retribuyendo". es tan liberador que me cuesta creer que 28 años he vivido sin el goce de la pedorrez.

estoy muy consciente de que todo puede ser un desliz paranóico mío. bien puedo ser una avispa atrapada en un vaso de plástico, en un picnic familiar -cubas friendly- en chapultetrepo. no sé. eso tampoco importa. importa que lo odio y que seguramente me odia. me odiará porque soy un pain in the ass, y porque soy su cliente menos importante. y ese es el asunto, ese es el desliz: nadie quiere saber que es el cliente menos importante de nadie. nadie quiere, de veras.


a ver, entonces, ¿qué le quiero decir a través de los manotazos, de las llamadas llenas de insultos y de vigor? le estoy diciendo que me quiera. les estoy pidiendo que me quiera, se lo estoy exigiendo que para eso le pago.

y no, no, no siento que el servicio que me da esté en línea con lo que estoy retribuyendo.

lunes, 23 de agosto de 2010

planteos

a veces pienso que lo que quiero en realidad es tumbar mi figura tijereteada en la cubierta de un yate. mirar hacia ningún lado con unos ojos nuevos, verdes desechables, y fumar. poner juanga a todo volumen y volver a pensar que tampoco hubiera estado mal no nacer (juanga siempre me ha perdido en una suerte de hoyo negro).

viernes, 6 de agosto de 2010

ceraunología. (copy paste del wikipedia)

una amiga intentaba, según me contaba, explicarle a un niño cómo funcionaba el tema de los rayos: las tormentas, las descargas eléctricas, la luz, y el trueno.
Terminó y yo me quedé pesando un largo rato sobre las cargas positivas y negativas, atracción y repulsión.

Pensaba que luego es así con lo que uno quiere.

las formas que de pronto uno tiene para conseguir son opuestas, se atraen y se repelen.

el objetivo es que no haya objetivo. conseguir no conseguir.

claro, todo esto acompañado de un espectáculo histérico de luz y sonido.

miércoles, 21 de julio de 2010

the kong

king kong llegó.
no he visto cama más grande en ninguna casa mía.
mis zapatos, que dominaban la escena, están asustados en una esquina.
memory foam, qué genio el señor Foam.

domingo, 27 de junio de 2010

asma

un veinte caído este fin de semana, caído de la maraña mental que cada quien carga como nube negra personal. la gravedad nunca ayuda.

el tema iba de miradas, de la mirada echada, tan echada que es barrida, y de la otra, de la propia, para la que no hay perfil bueno. el ojo propio es buscón, exigente e insaciable, el otro toca para que le bailes, luego aplaude o abuchea, y entonces las cosas se determinan. entonces la vida se determina.

el tema iba de aguantar la mirada, la de adentro, sin titubear y sin carcajearse, aguantarla hasta que termine y entonces volver a respirar.

zapping







miércoles, 16 de junio de 2010

av chapul

a Irmita la corrieron. le dijeron que ya no le podían pagar, que no era bronca de ellos sino de otros, luego le dijeron que se llevara sus cosas. ella pensó que al final había estado bien eso de ser una desapegada y no haber llenado su lugar con tonterías que ahora tendría que estar cargando en la vuelta a casa. la verdad es que tampoco le importó mucho, no se sintió mal. quizás lo que le jodió un poco fue que la nueva tuviera medias satinadas, para ella eso es trampa, nadie puede tener de forma natural esa sutileza en las piernas. pero bueno, el mundo no se acaba y ya encontrará algo, por lo menos eso es lo que va pensando en la vuelta a casa, en ese momento muerto que es la vuelta a casa. de pronto un recuerdo como chispa la levanta, se acuerda de la botella de barcardi en la alacena, la que quedó del domingo.

lunes, 24 de mayo de 2010

ricky martin en silencio

el coche está cruzando el puente.

ricky baja un poco la ventana, siente la brisa, respira hondo. es algo como entre sal y el olor que tienen los bares cuando todavía es de día.

ricky respira de nuevo, esta vez suspirando. se frota la frente y fija la mirada en el punto más lejano, ahí donde se pierden los edificios y sólo queda esa línea indefinida que nos demarca la vida.

ricky se pierde en la imagen. piensa en su humanidad, y se siente insignificante, minúsculo. una gota en el inmenso mar que es la existencia. se detiene un poco, esto último le parece brillante, una gota, un mar...

sonríe.

martes, 27 de abril de 2010


hay que sentirlo, tirarse como en una alfombra rugosa. Y aguantar sin moverse, esperando que todo pase o que se haga de noche o que se olvide de nosotros y nos deje ir.

martes, 13 de abril de 2010

echar un vistazo al abismo que somos

no sé cómo lo hacen, pero aquí leen la mente, saben de ti lo que ignoras. Después de esto no vale de nada volver a la iglesia o repetir 500 veces que uno no es lo que no quiere ser.

por eso te ponen una advertencia, porque no hay vuelta atrás.

compren lonol.

martes, 16 de marzo de 2010

tips de belleza

estoy aprendiendo a posponerme, a verme al espejo y decir: "ay ¿sabes qué...? y luego no decir nada.

se siente bien, relaja.

y es que la naturaleza obsesiva no paga, le hace mal al cutis, al ritmo cardiaco, y jode el manicure.

entonces yo me digo a mi misma: "ay ¿sabes qué...?" y se me aliviana el cuerpo, como en la arena.

y me la paso mejor.

jueves, 18 de febrero de 2010

señoritas, a planchar

no puedo con el anuncio de la mujer que brinca una tabla de planchar como si estuviera corriendo una carrera de obstáculos, mientras el resto de la familia se está yendo a andar en bici. la voz en off luego confirma con algo como: las arrugas de los jeans ya no te mandendrán alejada de los tuyos.

say whaaaaat?

me parece increíble que un mensaje como tal esté al aire, de veras, es increíble que todos asumamos que quien se queda a plancharle a los demás es ella. sin titubear. la culpa la tienen las arrugas en la ropa. no. la culpa de que esa pobre mujer no pueda salir a andar en bici la tiene su marido holgazán, o que la idea de dejar la bola de ropa en la lavadora no se le pase a nadie por la cabeza. claro, el twist publicitario ubica al spray-desarrugador como el salvador.

ma-dres.

quizá la culpa la tiene la sociedad por esperar de nosotros telas alisadas.