viernes, 5 de noviembre de 2010

mis reflexiones, tomo primero

nada más quiero decir, en referencia a mi entrada anterior, que aunque abrazo a la tecnología, la trato de y si se deja le pico el ombligo, nada nunca será tan sorprendente a mis ojos como la evidencia de la trampa cinematográfica.

con esto no digo que la estirada que le ponen las postproducciones modernérrimas a la realidad me parezca poca cosa o que no tenga su valor. lo tiene. mi problema es que además de creer que nos ha sumergido en una epidemia ganosa de ver las cosas en lugar de deducirlas, nos construye un engaño a la perfección. De nuevo, todo bien con el engaño, la parte pinche es la de la perfección, la que deja fuera a la conciencia de la ilusión para plantearse como realidad total.

un personaje desaparece mágicamente, un personaje aparece dos veces en el mismo plano, un personaje cambia de espacio por corte, lo que se escucha no corresponde con lo que se ve, en fin, un gran etcétera. la maravilla de la simpleza de los trucos clásicos del cine como estos, es que los vuelve imágenes imposibles y que le regala al espectador esta certeza. uno sabe que está siendo engañado. uno sabe que esta siendo engañado y esto es lo fascinante.

para mí en el cine tiene que haber este acuerdo. el acuerdo del engaño.

1 comentario:

Las Mejores Pendejas dijo...

Bonito blog y me gusta la entrada, muy bien explicado lo que quieres dar a entender.
Somos tres chicas que tenemos un blog (acabamos de empezar) y en él, colgamos vídeos si te quieres pasar http://lasmejorespendejadas.blogspot.com

Muchos besos nos hacemos seguidoras.

Clary